domingo, 26 de abril de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (CVI) Isaías

Y Él declara, 'solamente Mi pueblo, ellos son hijos, y no mienten'; y Él es para ellos por redentor. En todas sus tribulaciones Él no es adversario, y el ángel de Su Presencia los salvó. En Su amor y en Su compasión Él los redimió. Y Él los eleva y los sostiene hasta su ancianidad.(63:8-9)

Dios ama a Israel, y sabemos que nuestro Amor es también el nexo común con Su Amor. De ahí que como nuestro único y exclusivo Redentor, el Creador no se complace con nuestras tribulaciones, porque Él está para nosotros. Estos versículos también evocan nuestra Redención de la esclavitud en Egipto, porque Él nos redime en todos tiempos, pasados y presentes.


Y ellos se han rebelado y han lastimado Su sagrado espíritu, y por enemigo lo convirtieron, y Él mismo ha peleado contra ellos. Y Él recordó los viejos tiempos, [a] Moisés, [y a] Su pueblo. ¿Dónde está Él, quien los trae desde el mar, el pastor de Su rebaño? ¿Dónde está Él, que pone en su entorno Su sagrado espíritu?(63:10-11)


El Profeta confronta nuevamente nuestra separación del Amor de Dios, convirtiéndolo en enemigo. Todavía lo culpamos a Él por las consecuencias de nuestro corazón rebelde. Debemos entender que nuestros enemigos son aquellos que viven para las fantasías e ilusiones de ego, y las tendencias y rasgos negativos en la conciencia. Estos son las “naciones” y “pueblos” que quieren destruir el bien moral de los modos y atributos de Amor, que son nuestra esencia y verdadera identidad.


Al alejarnos de los caminos del Creador y seguir el predicamento de las naciones, estas se vuelven nuestros enemigos mortales, ya que existen para destruir todo lo opuesto a su predicamento. Al caer en envidia, lujuria, indolencia, indiferencia, soberbia, ira y codicia, por defecto estos se convierten en nuestros enemigos mortales, porque procuran la destrucción de lo contrario a ellos.


El Profeta ora por la Presencia de Dios en nuestros corazones, y permitir que Sus atributos conduzcan todos los aspectos y dimensiones de nuestra conciencia.


Guiados por la diestra de Moisés, el brazo de Su gloria, separando las aguas de ante ellos, y hacerse para Él un nombre eterno. Guiados a través de abismos, como caballo en una llanura ellos no tropezaron. Como bestia que desciende en un valle, el Espíritu del Eterno le hace descansar. Así Tú has guiado a Tu pueblo y hacerte para Ti un glorioso nombre.(63:12-14)


El Profeta evoca el Éxodo de Egipto, y la mano poderosa del Amor de Dios para redimirnos de los abismos de la conciencia humana. Isaías clama por la promesa de Dios para que también nos redima de este nuevo exilio entre las naciones.


Mira atentamente desde los cielos, y observa desde Tu sagrada y hermosa habitación. ¿Dónde está Tu celo, y Tu poder? La multitud de Tus vocales y Tus compasiones hacia mí las has retenido. Porque Tú eres nuestro Padre, ya que Abraham no nos conoce, e Israel no nos reconoce. Tú, oh Eterno, eres nuestro Padre, nuestro Redentor por siempre es Tu nombre.(63:15-16)


El Profeta continúa orando por nuestra Redención Final, y llama la atención de Dios acerca de Su destruido Templo, Su hermosa habitación sobre la cual Su Nombre fuera proclamado por el bien del mundo. Isaías apela al celo de Dios y Su dominio, y deplora Su ausencia en nuestros corazones. El Profeta ora representando a Israel en espera de su Redención tras la destrucción del Primer Templo.


Isaías admite ante Dios que somos extraños al elevado carácter de Abraham y de su nieto Israel, que no se reconoce en nosotros. De ahí que el Profeta apele a la abundante amorosa bondad y compasión del Creador para que Él sea nuestro único Redentor.


Oh Eterno, ¿por qué haces que nos desviemos de Tus caminos, y endurezcas nuestro corazón para no temerte? Regresa por el bien de Tus servidores, las tribus de Tu heredad.(63:17)


El Profeta denuncia nuestra debilidad de carácter que nos lleva a desviarnos, y separarnos de la rectitud de los caminos y atributos de Dios. Isaías se atreve a responsabilizar a Dios de nuestra naturaleza voluble, y de nuestra terquedad para irrespetar Su voluntad. De ahí la necesidad de transformar nuestra conciencia para poder tener éxito en nuestro destino de revelar y proclamar el reino de Dios en el mundo material.


Por poco tiempo Tu sagrado pueblo posee [Tu santuario], nuestros adversarios han destruido Tu santuario. ¡Nosotros hemos estado desde antaño, [pero] Tú no has regido sobre ellos, ni Tu Nombre es llamado entre ellos!(63:18-19)


Isaías se refiere a los enemigos de Israel igualmente como enemigos de Dios, y los culpa por la destrucción del Templo de Jerusalén que representa la Presencia de Dios en el mundo. Aunque sabemos que nuestros enemigos son consecuencia de nuestras tendencias y rasgos negativos derivados de fantasías e ilusiones de ego, el Profeta los culpa por su implacable oposición al plan de la Torá para la humanidad.


Mientras nosotros, a pesar de nuestra terquedad para separarnos de los caminos del Creador, proclamamos Su unicidad y atributos como los que deben prevalecer, las naciones rechazan Su unicidad y desprecian Sus leyes y mandamientos. Por ello no llaman el Nombre de Dios entre ellos.


Este Nombre representa la abundante amorosa bondad, gracia, compasión, rectitud y verdad que Él quiere que reconozcamos como nuestra esencia y verdadera identidad.

domingo, 19 de abril de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (CV) Isaías

¿Quién es este que viene de Edom, con vestiduras teñidas de Basora [Babilonia]? ¿Este que es glorioso en Su ropaje, viajando en la abundancia de Su poder? Yo el que habla en rectitud, poderoso para redimir. ¿Por qué rojo Tu ropaje, y Tus vestiduras como en un tonel de vino?(63:1-2)

El Profeta reconoce el dominio de Dios sobre Su Creación, y da más claridad acerca de Su Redención. Edom espera ser redimido, ya que toda la humanidad espera la Redención de Dios. Edom es el antagonista y verdugo de su hermano gemelo, Jacob. El Profeta ve cumplida la promesa de Dios de transformar la conciencia humana, eliminando las tendencias y rasgos negativos representados por Edom. Aquí Basora, la antigua capital de Babilonia representa nuestro exilio material y espiritual del que Dios prometió redimirnos.

La visión de Isaías es una alegoría de Dios como un poderoso guerrero solitario que mata a Edom, y sus ropas se tiñieron con su sangre. Dios elimina el mal de la faz de la tierra y de la conciencia humana, pero debemos ser conscientes de que depende de nosotros completar el proceso. Dios no impone Su voluntad sobre nosotros, y hace que esta dependa de nosotros. Nuestro exilio en Egipto es un ejemplo, cuando según nuestra tradición oral solamente el 20% de los hijos de Israel eligieron dejar su esclavitud.

El Creador responde a Isaías que rectitud es nuestra Redención como el bien moral inherente al Amor de Dios. Las vestidurasde Dios se vuelven rojas similares al vino, como la conciencia transformada que Él prometió. El rojo púrpura de realeza de los modos y atributos de Amor, como los destinados a regir en la conciencia humana.

He pisado las uvas en el lagar por Mí mismo, y de los pueblos nadie estuvo conmigo. Y Yo los pisé en Mí, y los pisoteé en Mi furor. Rociada está su fortaleza en Mis vestiduras, y todo Mi ropaje Yo he teñido.(63:3)

Un lagar como el poder transformador de la Redención de Dios nos dice que el propósito de un viñedo es que sus uvas sean pisadas para hacerlas vino, simbolizando la culminación de nuestro destino en el mundo material. Estamos destinados a transformar nuestra conciencia en el bien del cual nos creó el Amor de Dios para también manifestarlo en lo que somos, tenemos y hacemos.

El bien proveniente de Dios no cohabita ni se asocia con tendencias y rasgos negativos representados por las gentes de las “naciones”, los descendientes de Edom. Dios solo es el que los somete al bien como resultado de Su “furor”. La fortaleza de nuestras tendencias negativas se vuelve parte de la voluntad de Dios, representada por Sus vestiduras”.

Porque el día de venganza está en Mi corazón, y el año de Mis redimidos ha llegado. Y Yo miro atentamente, y no hay nadie que ayude. Y estoy asombrado de que nadie ayude. Y Mi propio brazo Me da Redención. Y Mi furor es el que Me ha ayudado. Y Yo piso pueblos [en] Mi ira, y los hago embriagar en Mi furor, y tumbo a la tierra la fortaleza de ellos.(63:4-6)

El Amor de Dios desea nuestra Redención Final que Él ha decretado. Dios espera que retornemos a Sus caminos y atributos como nuestro nexo común con Él. No estamos haciendo nuestra parte para ayudar a traer a nuestra tierra nuestros dispersos y perdidos en el tiempo y en el mundo.

Nuestra separación y distancia son el furor y la ira de Dios, y las tendencias negativas de ego nos embriagan alejándonos aún más de Él. Dios derriba hasta el suelo nuestra soberbia y arrogancia, haciéndonos lo suficientemente humildes para convertirnos en las vasijas vacías donde llenará Su prometida conciencia mesiánica.

Yo proclamo los actos de amorosa bondad del Eterno, las alabanzas del Eterno, de acuerdo a todo lo que el Eterno ha hecho por nosotros. Y el abundante bien de la casa de Israel que Él ha hecho por ellos, según Sus compasiones y según la abundante amorosa bondad de Sus actos.(63:7)

En este versículo el Profeta destaca dulcemente el bien que el Amor de Dios otorga al pueblo judío, ya que el bien es nuestro nexo común con Él. De ahí que el versículo hable del bien en la casa de Israel, que nosotros como judíos debemos reconocer como parte de nuestra esencia y verdadera identidad.

domingo, 12 de abril de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (CIV) Isaías

En tus murallas Jerusalén, Yo he nombrado vigías todo el día y toda la noche continuamente. Ellos no están callados. Vosotros que recordáis al Eterno, no es quedéis callados. Y no os quedéis callados con Él hasta que establezca, y hasta que Él haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.(62:6-7)

En estos versículos el Creador nos convoca a perseguir la Redención Final que Él decretó desde la antigüedad. Él nos dice que la nueva conciencia que está a nuestro alcance está protegida para siempre. Tendencias y rasgos positivos no sólo protegerán nuestra nueva conciencia sino que se expresarán en lo que discernamos, pensemos, sintamos, digamos y hagamos. Esto la parte de Dios en cuanto a Su Redención. De ahí que Él nos llame para recordar Sus caminos y atributos como nuestro nexo común con Su Amor, y nos pida que hagamos nuestra parte para cumplir Su promesa.

Dios nos urge a no permanecer callados ante Él, y a decirle que también añoramos nuestro matrimonio con Él. Comenzamos a hacerlo distanciándonos de las fantasías e ilusiones de ego, y abrazar la rectitud de los modos y atributos de Amor. Nuestros Profetas nos recuerdan esto una y otra vez.

'Si regresas, Israel', dice el Eterno, 'si regresas a Mí y si quitas tus abominaciones de Mi vista; entonces no eres retirado.” (Jeremías 4:1)

Por lo tanto dice el Eterno, 'Si tú regresas, entonces Yo te traigo otra vez, para que estés de pie ante Mí. Y si sacas lo preciado de lo vil, tú serás como Mi boca: ellos regresarán a ti, pero tú no regresarás a ellos'.” (Ibid. 15:19)

(...) 'Regresa a Mí, y Yo regresaré a ti', dice el Eterno de las multitudes. Pero tú dices, '¿Cómo habré de regresar?'” (Malaquías 3:7)

Así dice el Eterno de las multitudes: 'Regresa a Mí', dice el Eterno de las multitudes, 'y Yo regresaré a ti', dice el Eterno de las multitudes.” (Zacarías 1:3)

Regresa a Mí, porque Yo te he redimido.” (Isaías 44:22)

Sabemos que depende de nosotros. Dios necesita saber que no estaremos callados nunca más.

Ha jurado el Eterno por Su diestra, aún por el brazo de Su fortaleza: 'Yo no daré más tu grano a tus enemigos, ni hijos de extraños beben tu vino por el cual tú has laborado. Porque quienes lo recojan lo comen, y han alabado al Eterno. Y quienes lo cosechen lo beben en Mis sagrados patios.(62:8-9)

Una vez más Dios repite la promesa para Su Redención Final, esta vez jurando por Su Amor. Al comenzar a hacer que los modos y atributos de Amor sean nuestra única referencia y opción en lo que pensemos, digamos y hagamos, Dios nos dice que sólo Amor será la cosecha de nuestra siembra. Será nuestra cosecha y no para nada ni nadie que pretenda tomarla. Este es uno de los significados de Amor como su causa y efecto, y que Amor no cohabita con nada diferente a sus modos y atributos.

Pasas vosotros, pasad a través de los portales, preparad el camino para el pueblo. Levantad, levantad el camino, limpio de piedras. Elevad un estandarte sobre los pueblos.(62:10)

Nuevamente somos convocados para dar los pasos necesarios con el fin de preparar nuestra conciencia para el cambio que nos espera en la era Mesiánica. Tenemos que subir y ascender a Jerusalén para juntarnos eternamente con nuestro Creador. Pero primero debemos restaurar este nexo unificando todos sus aspectos y dimensiones, mediante el poder integrador y armonizador de Amor.

De ahí que tengamos que reconstruir el Templo de Jerusalén, y limpiar la ciudad de los enemigos de Israel. Es así como unificamos nuestra conexión con Dios. No podemos hacerlo permitiendo que la ciudad esté divida a causa de nuestros enemigos mortales.

Al remover tendencias y rasgos negativos en nuestra conciencia, pasamos por los portales de la ciudad unificada. Así preparamos el camino para el pueblo, Israel, que son las tendencias y rasgos positivos que deben guiar y dirigir todas las facetas de la vida.

Tenemos que levantar el camino de los modos y atributos de Amor, y limpiarlo de las piedras de la maldad. Nuestro ascenso eleva la bandera de la rectitud del bien como el estandarte de los modos y atributos de Amor.

Esta bandera la izamos para traer a todos nuestros exiliados de los cuatro rincones de la tierra. Amor llamará a aquellos que aman para recogerlos y congregarlos unidos con el fin de proclamar y revelar completamente el Amor de Dios en el mundo material.

He aquí que el Eterno ha proclamado a los confines de la tierra: 'Decid vosotros a la hija de Sión, he aquí que tu redención ha llegado'. He aquí que su labor está con él, y su pago ante él.(62:11)

Nuestros Sabios llaman a Jerusalén la hija de Sión, y así entendemos que su Redención también es la de Israel. En esta Redención Final, Dios le da a Israel tanto su misión su pago.

Y ellos los han llamado 'Pueblo del Sagrado, redimidos del Eterno'. Sí, para ti es llamada 'La buscada, ¡una ciudad no abandonada!'(62:12)

Todos los aspectos y dimensiones de la conciencia, incluyendo tendencias y rasgos negativos, están destinados a estar completamente conscientes de la identidad y misión de Israel en el mundo, tal como está declarado y ordenado en la Torá de Dios. Al Él revelar su Amor redentor para la era Mesiánica, las naciones también lo verán y proclamarán que el Eterno reina para siempre.

Todos ellos sabrán y reconocerán que Israel, el mensajero del bien, es el buscado. Este es el destino de Israel, cuya conexión permanente con Dios nunca fue abandonada.

domingo, 5 de abril de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (CIII) Isaías

Por amor a Sión Yo no callo, y por amor a Jerusalén Yo no descanso hasta que su rectitud salga como resplandor, y su redención como una antorcha ardiente.(Isaías 62:1)

La promesa de Dios de transformar la conciencia humana es inevitable. Recordemos que Jerusalén es el conocimiento de nuestra conexión permanente con el Creador. También sabemos que logramos este conocimiento haciendo que la rectitud de Amor sea la única guía y conducción de todos los aspectos y dimensiones de la conciencia. La rectitud de Amor es la Luz que ilumina nuestra Redención como el fuego eterno del Amor de Dios.

No importa que tan bajo caigamos bajo el predicamento negativo de las fantasías e ilusiones de ego, nunca perdamos vista de Amor como el sendero y el medio para retornar al bien perdido que añoramos como nuestra libertad y Redención. La única condición de Dios para que regresemos a Sus caminos es abrazar la rectitud, ya que esta también es parte de nuestro nexo común con Su Amor.

Y las naciones han visto tu rectitud, y todos los reyes tu honor. Y Él te da un nuevo nombre que declara la boca del Eterno. Y tú has sido una corona de esplendor en la mano del Eterno, y una diadema de realeza en la mano de tu Dios.(62:2-3)

Amor es el ejemplo, la instrucción y el maestro. Así las tendencias y rasgos negativos en la conciencia deben seguir la rectitud de los modos y atributos de Amor. En estos versículos vemos que las naciones que representan los aspectos negativos de la conciencia están destinadas a aprender de nuestra rectitud como parte fundamental de los aspectos positivos representados por Israel.

Tal como hemos indicado a menudo, reyesrepresentan principios, valores y creencias dominantes que también honrarán la rectitud con la que los modos y atributos de Amor conducirán todas las dimensiones de la vida. Dios reafirma otra vez que Jerusalén tendrá un nuevo nombre.

Esto quiere decir que la manera actual como nos acercamos y relacionamos con Dios será diferente, teniendo en cuenta que nuestra nuevaconciencia (la conciencia Mesiánica) se manifestará sin nada contrario a los modos y atributos de Amor.

El Amor de Dios se va a relacionar con nuestro Amor mediante maneras que no podemos concebir con nuestra actual conciencia dualista y fraccionada. Este nuevo nombre definirá nuestra nueva identidad material y espiritual que Dios eleva a un esplendor de realeza que solamente Su mano (Su Amor) puede dar.

De ti no se te dice '¡Abandonada!', y de tu tierra no habrá dicho nunca más 'Desolada'. Porque por ti se clama 'Mi deleite está en ella', y de tu tierra [se clama] 'Casada'. Porque el Eterno se ha deleitado en ti, y tu tierra está casada. Así [como] un joven desposa una virgen, tus constructores se casan contigo. Como la dicha de un novio por una novia, regocíjate por tu Dios.(62:4-5)

Bajo la regencia de Amor nuestra conciencia jamás es abandonada, porque Amor nos pertenece como nuestra esencia y verdadera identidad que proviene del Amor de Dios. Nuestra tierra es nuestra vida material que nunca es desolada o destruida bajo la conducción de los modos y atributos de Amor.

Nuestra dicha y felicidad están en el deleite de vivir nuestra conexión con Dios. De ahí que Jerusalén sea nuestro deleite cuando nos hacemos conscientes de nuestro nexo con eterno con el Amor de Dios, con el cual estamos casados. El Amor de Dios y nuestro Amor morarán en matrimonio eterno. Será el matrimonio más feliz de todos, porque estamos casados con el más grande Amor de todos.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.