“¡Huye, amada Mía, y sé
como una gacela o cervatillo sobre las montañas de especias!” (8:14)
Las palabras finales del
Creador en este Cantar de los Cantares reiteran Su llamado a Israel para que
regrese a Él. El amor de Dios la urge huir de las tinieblas del exilio en las
fantasías e ilusiones de ego entre las naciones, y suba corriendo como gacela o
venado a las montañas de especias en las que una sobresale como cumbre del
Templo de Jerusalén, que simboliza el nexo eterno de Israel con Dios.
Estas especias son las
sublimes fragancias como rasgos y cualidades que emanarán de las directrices de
la nueva conciencia que el Creador ha prometido a Israel, cuando acontezca Su
redención final. Así podremos comenzar a conocer las eternas dimensiones de Su
creación.
“Él hace grandes obras sin
límite y maravillas sin número.” (Job
9:10)
En el reinado de Salomón,
Israel trajo las naciones hacia ella; y en la redención final Israel traerá las
naciones hacia el Creador, porque la conciencia mesiánica se manifiesta en el
infinito conocimiento de Dios.
“El mundo fue creado para
el Mesías.” (Talmud, Sanhedrín 98b)
“Ven, casa de Jacob, y caminemos en la luz del Eterno.”
(Isaías 2:5)
Que sea muy pronto y en
nuestros días. Amén.