“Las palabras del sabio habladas en quietud son más aceptables que el grito
de un gobernante entre tontos. La sabiduría es mejor que las armas de guerra, mientras que un pecador
destruye tanto bien.”
(Eclesiastés 9:17-18)
Estos versículos reiteran que la sabiduría habla palabras de persuasión,
que en su quietud conduce a los ignorantes hacia su liberación de apegos,
obsesiones y adicciones. Estas rigen sobre las fantasías e ilusiones de ego,
que a su vez conducen la conciencia hacia la destrucción del bien que es
precisamente su liberación.
“Las moscas muertas hacen que el aceite del perfumero emita un mal olor. Lo
mismo hace una pequeña locura con la sabiduría y el honor. El corazón del sabio
está en su mano derecha, y el corazón del tonto en su izquierda. Sí, también cuando el tonto anda por
el camino, su entendimiento le falla, y dice a todos que es un tonto.” (10:1-3)
Las metáforas en estos versículos hablan por sí solas. No debemos estropear
el bien como nuestra esencia y verdadera identidad con nada diferente de sus
modos y atributos. Esta es otra reiteración de que hay claras diferencias entre
lo bueno y lo malo, y que si se mezclan el resultado es otro rasgo de lo negativo.
Las moscas muertas ciertamente representan la futilidad de las fantasías e
ilusiones de ego, que estropean la agradable fragancia de los modos y atributos
de amor. En la tonta elección de los malos caminos no hay sabiduría ni honor, por
ser contrarios al sentido común y la decencia.
Aquí el corazón es la mente consciente con la que tomamos nuestras
decisiones, y mientras tengamos un juicio coherente para afrontar la vida, la
simple sabiduría del sentido común nos indica la decisión correcta.
La decisión errada se toma bajo la tonta creencia de que las fantasías,
ilusiones y deseos materialistas nos lleven a la buena vida que estúpidamente
creemos que aquellas puedan darnos. El discernimiento y el entendimiento rara
vez coexisten con una actitud egocéntrica ante la vida. Las acciones procedentes
de nuestra tontería hablan por sí solas de quienes somos.