domingo, 8 de febrero de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (XCV) Isaías

Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos. Tropezamos a mediodía como de noche, estamos en lugares desolados como los muertos.(Isaías 59:10)

El Profeta otra vez iguala vivir en las tinieblas de las fantasías e ilusiones de ego con la muerte. Es una declaración franca y verdadera. Isaías nos llama pecadores alevosos, porque aún viendo la luz elegimos la oscuridad. Al andar con los ojos vendados por nuestras ilusiones y fantasías materialistas terminamos golpeándonos con las paredes. Nuestros sentimientos pierden su visión, la cual representa el juicio para distinguir entre lo correcto y lo errado.

Rugimos todos nosotros como osos, y nos lamentamos amargamente como palomas. Ansiamos juicio pero no hay, redención pero está lejos de nosotros. Porque nuestras transgresiones de han multiplicado ante Ti, y nuestros pecados nos acusan. Porque nuestras transgresiones nos acompañan, y nuestras iniquidades las hemos conocido.(59:11-12)

En nuestras tinieblas caemos derrotados por la ira de la frustración que ruge como osos hambrientos, y se lamentan como palomas. Estas metáforas resuenan en nuestra conciencia, porque osos y palomas representan expresiones negativas de sentimientos y emociones heridos por nuestra auto-negligencia.

Al perder el libre albedrío por nuestras obsesiones, adicciones y apegos, nuestra Redención de hecho está lejana. Nuestro predicamento identifica lo que somos, tenemos y hacemos. De esta manera nos familiarizamos con nuestras tendencias y rasgos negativos, ya que los hemos conocido bastante bien.

El Profeta nos recuerda que las fantasías e ilusiones de ego no cohabitan con los caminos y atributos del Creador (59:13-14). Al debilitar la verdad existente en el bien que es Amor, reforzamos la falsedad del mal y la iniquidad, y la rectitud no puede entraren nuestra conciencia.

Y falta la verdad, y aquel que se aparta del mal se vuelve él mismo una presa. Y el Eterno lo ha visto, y esto es inicuo en Sus ojos que no haya juicio. Y Él ha visto que no hay ningún hombre, y abrumado de que no haya quien interceda. Por lo tanto Su propio brazo ha traído redención para Él, y en Su rectitud se sostiene.(59:15-16)

Pongamos mucha atención a esta advertencia. Aún cuando nos separamos de nuestros malos caminos continuamos en peligro. No es suficiente abandonar la maldad, ya que necesitamos la conducción de Amor mediante la ética de sus modos y atributos como cimientos de nuestro juicio.

Ningún hombreniquien intercedason metáforas de la dirección que necesitamos para ser y manifestar Amor como nuestra Esencia y verdadera identidad. De ahí que el Profeta nos indique la voluntad de Dios como Su Redención para nosotros, y Su rectitud y juicio como el sustento para lo que Él ha creado.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.