domingo, 15 de febrero de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (XCVI) Isaías

Y Él se ha ceñido de rectitud como un pectoral, y redención como un casco sobre Su cabeza. Y Él se ha ataviado con vestiduras de venganza, y se ha cubierto con un manto con celo. De acuerdo a los hechos [de ellos], Él les ha pagado. Furor para Sus adversarios, sus hechos para Sus enemigos, para los hechos de las islas Él ha pagado.(59:17-18)

Nuevamente el Profeta destaca con alegorías los caminos y atributos de Dios como Sus vestiduras”, que no coexisten con nada diferente de ellos. El Creador no nos está castigando por nuestras acciones negativas, ya que Él nos creó con libre albedrío. Por lo tanto Él nos pagaal hacernos conscientes de las consecuencias de nuestros actos. Esto es la ira”, “celos”, “furorpor Sus enemigosque son las tendencias y rasgos que niegan la amorosa bondad y verdad que Dios quiere que elijamos y vivamos por ellas.

Y temerán desde occidente el Nombre del Eterno, y desde el sol naciente Su gloria. Como un torrente que viene para un adversario, el Espíritu del Eterno ha levantado una insignia contra él.(59:19)

Hemos dicho frecuentemente que lugares geográficos al igual que ciudades representan creencias, sentimientos y emociones. Estos niveles de conciencia están destinados a reverenciar (“temer”), respetar y admirar el bien de nuestro Creador que conocemos en Su Nombre, porque Él es bueno. Sus caminos y atributos son fuertes en nuestra conciencia cuando elegimos vivir de ellos y por ellos.

Estos son el torrenteque arrasa con lo que no necesitamos en nuestra vida y el mundo material. Nos estamos refiriendo al mal y los modos negativos que no son requeridos. Los caminos y atributos de Dios son las expresiones de Su Espíritu, la “insignia” o estandarte que se levanta delante de Él.

Y un redentor ha venido a Sión, y para los cautivos de transgresión en Jacob. Una afirmación del Eterno.(59:20)

Este versículo contiene otra declaración emblemática relacionada con la Redención Final y la Era Mesiánica en el judaísmo. El Creador repite aquí que Él es el Redentor que ha venido o que ya vino (el verbo en hebreo está conjugado en pasado), porque Sión es el lugar del Templo de Jerusalén donde la Presencia de Dios habitó en la antigüedad.

En el contexto de los mensajes de Isaías, debemos entender este versículo como una reiteración de la decretada Redención de Dios desde nuestros primeros exilios. Así nos damos cuenta que depende de nosotros retornar a Él y abrazarla.

También en este versículo Dios nos lo dice a todos los judíos que hemos transgredido en nuestra heredada identidad como los hijos de Jacob. “En Jacob” significa tomar nuestras decisiones negativas en” pleno conocimiento de quiénes verdaderamente somos, y en lo que Dios quiere de nosotros como Su pueblo elegido. Esto está relacionado con lo que el Profeta declaró antes en este capítulo respecto a nuestra deliberada transgresión del bien inherente a los modos y atributos de Amor.

El Creador ha anunciado Su Redención, y sólo tenemos que abrazarla. Es así como entramos a la Era Mesiánica, el tiempo y espacio eternos donde Su Espíritu (Su amorosa bondad y verdad) estarán siempre con nosotros; tal como Él lo ha proclamado.

Y para Mí, este es Mi Pacto con ellos [los hijos de Israel], ha dicho el Eterno: 'Mi Espíritu que está sobre ti y Mis palabras que Yo he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dice el Eterno de aquí hasta la eternidad'.” (59:21)

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.