miércoles, 28 de julio de 2010

Parshat Ekev: Las Bendiciones de Amor

En la porción de esta semana Moisés enfatiza en la dinámica de nuestra relación con el Creador. En este contexto, eikev no solamente significa porque sino debido a que: "Y acontecerá, porque has oído estas ordenanzas, y las has mantenido y cumplido, que el Eterno tu Dios mantendrá para ti el Pacto y la amorosa bondad que Él juró a tus padres" (Deuteronomio 7:12) El texto prosigue con las bendiciones del Creador cuando estamos constantemente apegados a Él (7:13-15), especialmente Su poder para vencer los males que sufrimos cuando elegimos apegarnos a las bajas pasiones y fantasías de ego (idolatría). Sabemos que este apego puede ser más fuerte que nuestra voluntad, y llegamos a pensar: "estas naciones son más que yo, ¿cómo puedo expulsarlas?" (7:17)

Moisés nos urge a confiar en el Amor de Dios como nuestro liberador, el Redentor que nos guía en nuestro propósito de dirigir todos los niveles de la conciencia (ego incluido) en Sus caminos: "(…) recuerda lo que el Eterno tu Dios hizo al faraón, y a todo Egipto" (7:18) Como mencionamos en comentarios anteriores, el faraón representa la pretensión del ego de controlar todas las dimensiones de la conciencia, y Egipto las limitaciones y opresiones resultantes.

Debemos comprender que los modos y atributos de Amor no son condicionales a sus bendiciones sino inherentes a ellas. Amamos, y al amar somos bendecidos. Como hemos dicho, Amor es su causa y su efecto porque lo abarca todo. Sólo debemos estar conscientes de ello siendo y manifestando los caminos y atributos del Creador (8:6, 10:12, 11:22), acerca de los cuales Rashi se refiere a ser y manifestar Su imagen y semejanza: "Él es amoroso, entonces debemos ser amorosos; Él es compasivo, entonces debemos ser compasivos; Él hace actos de bondad, nosotros debemos ser bondadosos". 


Esta es la dinámica de nuestra relación con el Creador: Cuando lo concibamos a través de Su Amor nos relacionaremos con Él como tal, siendo y manifestando Sus caminos y atributos. Así estamos conscientes de que somos Amor porque fuimos creados por Su Amor, debido a Su Amor, y por la gracia de Su Amor; y esta causa es su propio efecto. Cuando realicemos esta identidad seremos capaces de expresarla, y ser Amor en lo que somos y hacemos. Este conocimiento tiene el poder inherente de revelar Amor donde y cuando esté ocultado, porque seremos capaces de distinguir entre Amor como Verdad, e ilusión como falsedad.

Perdemos este sublime conocimiento cuando permitimos que la agenda de ego tenga control sobre nuestras vidas: "Mi poder y la obra de mis manos me dieron esta riqueza" (8:17), y sus devastadoras consecuencias (8:19-20). Sabemos que podemos ser muy testarudos en el proceso de redirigir el ego y todos los niveles de conciencia bajo la conducción de Amor: "(…) porque pueblo de dura cerviz eres tú" (9:6, 13) Nosotros no pretendemos proclamar que somos perfectos, pero sabemos lo que es perfección cuando la vemos en toda la Creación. Sólo entonces sabremos que Amor es perfecto, y que nuestra felicidad, alegría y plenitud provienen de Él.

Amar a nuestro Creador es el Mandamiento primordial para comprender plenamente nuestra relación con Él: "Porque si cumpliéseis diligentemente todo este Mandamiento que os ordeno que hagáis, de amar al Eterno vuestro Dios, andar en todos Sus caminos, y apegarse a Él" (11:22) Esta es nuestra herencia, nuestra identidad, y la fuente de todas nuestras bendiciones.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.