domingo, 3 de junio de 2012

Behaaloteja: Viviendo en los Medios y Arbitrios de Amor

Así era, que cuando el arca [de la Alianza o Pacto entre Dios e Israel] emprendía viaje, Moisés decía 'Levántate Eterno y Tus enemigos serán dispersados, y quienes Te odian huirán de delante Ti'. Y cuando el arca descansaba él decía, 'Vuelve Eterno a los miles y miles de Israel'.” (Números 10:35-36)

El arca es donde la Torá es guardada, y podemos decir que ambas compartían el mismo lugar en Jerusalén y su Templo, que representan el más elevado nivel de la conciencia. Es ahí donde guardamos la Torá del Eterno y Sus Mandamientos, y desde donde guiamos todas las dimensiones de nuestra vida. El Profeta Isaías lo reitera.

Pues de Sión saldrá la Torá y la palabra del Eterno de Jerusalén.” (Isaías 2:3)

En este sentido, cuando nos levantamos en mañana nuestra conciencia debe estar en convergencia con la voluntad del Creador. Estamos instados a expresarle nuestra gratitud a Él desde el momento en que abrimos los ojos, reconociéndolo como el Dueño de Su Creación, incluidos nosotros. Nos levantamos saliendo con el Arca de la Alianza para afrontar el nuevo día que Dios crea para nosotros, otra jornada llena de desafíos en los que debemos tomar decisiones en cada momento.

Estamos agradecidos de ser los elegidos del Creador para tomar las decisiones correctas, por y mediante los medios y arbitrios de Amor; y no por y mediante las ilusiones y fantasías de ego (ver nuestros comentarios anteriores sobre la Parshat Behaaloteja: “Ascendamos al Amor de Dios” del 22 de mayo, 2010 e “Iluminándonos con el Amor de Dios” del 5 de junio, 2011).

Hemos indicado que Moisés representa nuestro más elevado conocimiento de los caminos y atributos del Creador, y en esta máxima realización los manifestamos en lo que discernimos, pensamos, sentimos, hablamos y hacemos. El rey David también nos lo recuerda.

Todos los caminos del Eterno son amorosa bondad y verdad para quienes guardan Su Pacto y Sus testimonios.” (Salmos 25:10)

También elabora su contexto.

Rectitud y justicia son los cimientos de Tu trono; amorosa bondad y verdad van delante Tu rostro.” (89:14)

Estas cualiades pertenecen a los modos y atributos de Amor para que los impregnemos siempre en lo que somos, tenemos y hacemos. Estas se derivan del Amor de Dios para que las emulemos en el mundo material.

Sólo necesitamos estar conscientes permanentemente de que el Amor de Dios, Su Gloria, está presente en toda Su Creación.

Él ama rectitud y justicia, la Tierra está llena de la amorosa bondad del Eterno.” (33:5)

Debemos tener esto presente cada vez que estemos ante los espejismos de las ilusiones y fantasías de ego en nosotros y en los demás. Nos levantamos todos los días en el campo de batalla donde se enfrentan las tendencias negativas de la conciencia a las cualidades positivas de los modos y atributos de Amor.

En este escenario Amor es nuestra fortaleza y armadura como la manifestación material de la amorosa bondad del Creador. En esta fortaleza vencemos nuestros problemas más difíciles y las situaciones negativas, los enemigos de lo sencillo, de la bondad, de la simplicidad, humildad y los rasgos positivos que queremos hacer prevalecer  en nosotros y en nuestro entorno inmediato.

Mi Dios de amorosa bondad vendrá a mí, Dios me hará ver mi deseo sobre mis enemigos.” (59:11)

Hemos dicho en una de nuestras reuniones de estudio en Israel que el rey David es el personaje bíblico que mejor asimiló los caminos del Creador, y la prueba de ello son sus Salmos y sus dichos citados en los libros de Crónicas de nuestra Biblia hebrea.

Sus reflexiones abarcan los mensajes primordiales de la Torá, ofreciéndonos una comprensión sencilla y práctica del Amor de Dios; y nuestros Profetas reiteran la sabiduría de nuestro querido rey de Israel.

Y vosotros, retornad a vuestro DiosMantened amorosa bondad y justicia, y esperad en vuestro Dios continuamente.” (Oseas 12:6)

Así habló el Eterno de las multitudes diciendo, 'Ejecutad verdadera justicia, y mostrad amorosa bondad y compasión unos a otros'.” (Zacarías 7:9)

Este es el contexto en el que reflexionamos acerca de las palabras de Moisés citadas arriba. En nuestro total conocimiento de los modos y atributos de Amor, como manifestación material del Amor de Dios, enfrentamos a nuestros enemigos no sólo los malvados que quieren nuestra muerte y la destrucción de Israel, sino también los difamadores y detractores que nos odian porque no encuentran nada más en qué vaciar su odio y frustración.

Tiempos difíciles nuestros ancestros y nosotros hemos vivido, y viviremos diariamente para defender nuestro derecho a existir y a proclamar la verdadera Esencia e identidad que el Creador nos dio en Su Torá. Seamos también conscientes de que enemigos similares amenazan con dominar nuestra conciencia para hacernos olvidar amorosa bondad, justicia y compasión, cuando permitimos que las ilusiones y fantasías negativas de ego controlen nuestros pensamientos, sentimientos, pasiones e instintos.

Nuestros Sabios destacan que cuando uno se somete a rasgos negativos, se condena a estar dominado por aquellos con rasgos similares. Dicho de otro modo, cuando uno se hace esclavo de adicciones destructivas, malos hábitos y actitudes negativas, se hace esclavo del dominio de otros con esos mismos defectos.

Algunos llaman a este predicamento “infierno viviente” y “purgatorio” como lugares y situaciones en las que todo es negativo hasta la saturación, con el fin de hacer aprender completamente lo que significa ser “negativo”.

Hemos mencionado en otros comentarios que algunos dicen que la maldad existente en el mundo es suficiente, aunque en algunas partes parece que se pone peor cada día. Se preguntan si hay tal cosa como la Redención Final que prometen los Profetas en el judaísmo.

Nosotros les decimos que de hecho sí hay Redención Final, y que esta comienza cuando elegimos seguir los caminos y atributos de Amor, en vez de los caminos negativos y destructivos que ego quiere hacer prevalecer.

¡Que la Redención sea y que comience conmigo! Lo hacemos cuando permitimos que Amor dirija y conduzca todos los aspectos de la conciencia, una persona a la vez. Tengamos presente que la Redención empieza primero en nosotros como individuos.

No podemos exigir que otros cambien para bien si no cambiamos primero nosotros. Primero tenemos que elevar todos los niveles de conciencia bajo la conducción de los medios y arbitrios de Amor. Es así como dispersamos y eliminamos a nuestros enemigos, y es así como entendemos “Levántate Eterno y Tus enemigos serán dispersados, y quienes Te odian huirán de delante Ti” porque en la conciencia de Amor estamos unidos al Creador, de ahí que nuestros enemigos lo sean también de Él.

Al terminar otro día de decisiones y desafíos en los que elegimos Amor y no sus opuestos, podremos decir contentos: “Vuelve Eterno a los miles y miles de Israel” y permanece con nosotros, Padre, con quienes te conocemos por Tu amorosa bondad, justicia, verdad y compasión... Tu Amor eterno.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.