domingo, 22 de marzo de 2015

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (CI) Isaías

Y extraños han cuidado y alimentado tu rebaño, hijos de forasteros son tus agricultores y tus viñateros.(61:5)

Nos hemos referido a extrañoscomo tendencias y rasgos foráneosa nuestra naturaleza espiritual. La conciencia es una entidad multidimensional cuya capacidad desconocemos respecto a discernir, percibir, concebir y pensar, o su alcance en lo referente a sentimientos, emociones y sensaciones. Tenemos potenciales para asimilar estas dimensiones según lo que traigamos a ellas.

Frecuentemente decimos que nuestros Sabios místicos consideran estas dimensiones como “vasijas” que no actúan por sí solas sino de acuerdo a lo que vertemos en ellas. De ahí que insistamos en mantenerlas limpias de negatividad y llenarlas permanentemente con las tendencias y rasgos de los modos y atributos de Amor. Así nos damos cuenta que Amor es su propia causa y efecto.

En este contexto, los más elevados principios, valores, ideas y creencias son aquellos que no nos son “extraños” o “foráneos”, ya que son inherentes a nuestra naturaleza espiritual. “Extraño” o “foráneono necesariamente implican que sean rasgos negativos, sino ciertamente algo que no es parte de nuestra esencia e identidad espiritual.

Estos son accesorios en nuestra conciencia para sobrevivir en el mundo material, como son la intensidad emocional con la que experimentamos la vida, y los instintos que nos obligan a mantener trabajando correctamente el cuerpo físico.

De ahí que estos deberían estar subordinados al más elevado propósito que procura nuestra conciencia superior. En nuestro estado actual de conciencia humana muchos de nosotros estamos realmente subordinando lo más sublime de nuestra identidad espiritual a bajos instintos y pasiones, en vez de hacer lo contrario.

El Profeta nos recuerda que en la Redención Final la conciencia Mesiánica es elevada a su destino espiritual mediante virtualmente todos los aspectos y dimensiones de nuestra existencia. Por lo tanto los “extraños” cuidan y alimentan la vida que Dios quiere que vivamos cuando la maldad sea eliminada completamente.

Los foráneossustentan y nutren el bien que esencialmente somos y que estamos destinados a prevalecer por toda la eternidad. Nuestros rebañosyviñedosson todos los aspectos y dimensiones como campos de la vida donde estamos destinados a plantar y cosechar las semillas de los modos y atributos de Amor. Esto mismo se aplica para las nacionescomo veremos en el próximo versículo.

Y sois llamados 'Sacerdotes del Eterno', 'Ministros de nuestro Dios' se dice de vosotros. Consumiréis la fuerza de las naciones, y en su honor os jactaréis.(61:6)

La Torá define la identidad de los hijos de Israel como su propósito en la vida. Israel existe para cumplir su destino, el cual es ser Luz para las naciones. Por ello se nos llama sacerdotes y ministros del Creador para realizar Su voluntad en el mundo material. La alegoría en este versículo se relacionada con el bien que Israel hace para las naciones, razón por la cual Israel se jacta de ello.

En una concepción más elevada, el bien que representa Israel remueve (“consume”) las tendencias y rasgos negativos que representan las naciones. De ahí que el bien al convertirse en la causa, razón y propósito para todos los niveles y dimensiones de nuestra conciencia, también se convierte en nuestro honor del cual nos jactamos.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.