domingo, 30 de junio de 2013

La Conciencia Mesiánica en la Profecía Judía (XI) Hagueo

"Entonces vino la palabra del Eterno por [mediante] Hagueo el profeta, diciendo: '¿Es acaso tiempo para que vosotros vivais en vuestras casas techadas, y [mientras] esta Casa está desolada? Y ahora así dice el Eterno de las multitudes, ¡considerad vuestros caminos!" (Hagueo 1:3-5)

Hemos dicho que una casa representa nuestra conciencia, ya que esta es el lugar donde vivimos nuestra existencia. Todo lo que creemos que somos y tenemos está guardado en esa casa. También es la morada en la que estamos encomendados y destinados a tener un lugar para que nuestro Creador habite entre (en) nosotros. Él habla mediante el Profeta para hacernos reflexionar en lo que almacenamos en la conciencia, y lo que construimos como techo para protegerla.

Dios nos pregunta qué es más importante para nosotros, la casa cubierta con nuestros propios pensamientos, creencias, ideas y sentimientos como producto de fantasías e ilusiones de ego; o la Casa donde Él mora entre nosotros. ¿Qué nos hace construir una casa por "nuestra" cuenta, y olvidarnos de la Casa de Dios erigida en el más elevado nivel de la conciencia? Él nos invita a reflexionar acerca de la respuesta a esta pregunta.

"Habéis sembrado mucho y cosechado poco; coméis pero no os saciáis. Bebéis pero no os llenáis con beber; os vestís pero no os calentáis; y aquel que se contrata [para laborar] se contrata para sí por una bolsa agujerada." (1:6)

Dios conoce nuestra respuesta. Sabemos que lo que proviene de un falso sentimiento o creencia de carencia derivado de fantasías e ilusiones de ego nunca nos saciará completamente. También sabemos lo que realmente realiza el destino preparado para nosotros por el Creador, y el verdadero sentido de la vida. Mientras ignoremos los modos y atributos de Amor como nuestra Esencia y verdadera identidad, y también como los medios de manifestar el Amor de Dios en Su voluntad, caminos y Mandamientos, viviremos en el predicamento de ego.

Las tendencias negativas en la conciencia, tales como envidia, lujuria, avaricia, codicia, arrogancia, indiferencia e indolencia -- los rasgos que representan las naciones cananeas --, nos mantienen lejos de las cualidades de Amor. Esas actitudes negativas son el gatillo para llenar la casa de la conciencia con deseos, fantasías, ilusiones y espejismos que por naturaleza nunca sacian lo que siempre añoramos en la vida: Amor como la manifestación material del Amor de Dios. Esto es lo que verdaderamente llena lo que queremos ser, tener y realizar, que precisamente son los modos, medios, cualidades y atributos de Amor.

"Subid al campo de la montaña, y traed madera, y construid la Casa; y Yo me deleitaré en ella, y Yo seré glorificado, dice el Eterno." (1:8)

Al construir la casa de nuestra conciencia como la Casa de Dios con Sus caminos y atributos que son Su Gloria, estos se manifestarán en lo que creemos, pensamos, sentimos, tenemos y hacemos. Así es como alabamos y glorificamos la Esencia Divina de la que fuimos creados, al ser y realizar lo que Él quiere para nosotros. Esta es la manera de entender y vivir nuestra Esencia e identidad.

"Vosotros buscasteis mucho, y he aquí que vino a poco; y cuando lo trajisteis a casa, Yo soplé sobre este. ¿Por qué? dice el Eterno de las multitudes. Porque Mi casa está desolada, mientras vosotros corréis cada uno a la suya." (1:9)

El Creador nos recuerda repetidamente las consecuencias de nuestras decisiones, y siempre dependerá de nosotros elegir retornar a Él a través de Sus caminos. Si sembramos fantasías e ilusiones de ego en los campos de sentimientos de carencia, Amor estará lejos de nosotros.

"Por lo tanto sobre vosotros los cielos retienen el rocío, y la tierra retiene su fruto." (1:10)

Hemos reiterado en la mayoría de nuestros comentarios en este blog que la naturaleza en el mundo material se fundamenta en causa y efecto. Nuestros Sabios enseñan en el Nombre Divino Elokim (escrito incorrectamente para honrar el Nombre de Dios) es relacionado con la manera como funciona la naturaleza, y Havaya (para referirnos al impronunciable Nombre Divino de cuatro letras) es relacionado con el poder regente de Dios sobre Su Creación, y por lo tanto asociado a Su amorosa bondad y compasión.

En el ordenamiento de causa y efecto nos desenvolvemos en la vida. Cosechamos lo que sembramos. En este contexto la ausencia de los modos y atributos de Amor tiene consecuencias directas. No los tenemos ni los disfrutamos como el rocío y la lluvia para nuestro propósito y esfuerzos, cuando dedicamos nuestra conciencia a lo que es diferente de ellos. Así, lo bueno que es la vida no se manifiesta en lo que queremos ser, tener y hacer.

"La palabra de Mi Pacto con vosotros cuando salisteis de Egipto, y Mi Espíritu, permanecen entre vosotros; no temáis." (2:5)

El Amor de Dios es el sello de Su Pacto con nosotros, el pueblo que Él liberó de la esclavitud más abyecta. Su Amor es Su Espíritu que permanece siempre con nosotros, de ahí que no tengamos nada qué temer. En un sentido más profundo, mientras el Amor de Dios esté con nosotros, ¿qué remotamente podríamos temer? ¿Qué nos podría hacer temer? Temor es lo contrario a Amor.

Todos los miedos se derivan de creencias o sentimientos de carencia. Nos sentimos indefensos y necesitados por creer o sentir que lo que somos y tenemos no es suficiente. El remedio, como nos dice el Rey David -- portador de la Conciencia Mesiánica --, es confiar en Dios, y eso lo hacemos conociéndolo a Él en todos Sus caminos.

"(...) y Yo agitaré todas la naciones, y lo mejor de ellas vendrá, y Yo llenaré esta Casa con gloria, dice el Eterno de las multitudes." (2:7-8)

Repetimos otra vez que la Conciencia Mesiánica es el medio para transformar las tendencias negativas y todo lo que se opone a los modos y atributos de Amor. Estos son los que agitan y sacuden para rectificar y reorientar todas las facetas de la vida. Estos son los que hacen salir lo bueno que podemos recoger de la vida. Estos son los que llenan nuestra conciencia para que el Amor de Dios también la llene como Su Casa. Ya sabemos que todo proviene de Su Amor.

En este sentido Su oro y plata son Sus caminos y atributos para construir y hacernos conscientes de nuestro nexo permanente con Él. Nuestra verdadera libertad y Redención Final son paz como lo completo y total. Paz que solamente proviene del Amor de Dios.

"Mayor será la gloria de esta última Casa que la [Casa] anterior, dice el Eterno de las multitudes. Y en este lugar Yo doy paz, dice el Eterno de las multitudes." (2:9)

Aquí tenemos que compartir las palabras de Maimónides, el Rambam, respecto al Tercer y final Templo de Jerusalén que existirá eternamente. Nuestro legendario Sabio dice que el Primer Templo fue destruido debido a homicidio, incesto e idolatría; que el Segundo fue destruido debido a odio gratuito, pero que el Tercero será construido sobre Amor gratuito para que exista eternamente. Su gloria será mayor que el anterior porque que estará bendecido por la Paz de Dios.

Del Prefacio del Libro

¿Por qué el Amor de Dios, como nuestro Creador, fue escondido por tanto tiempo? Nuestros Sabios místicos hebreos creen que fue ocultado por Sí Mismo para que nosotros lo busquemos, lo encontremos y lo revelemos. Pero, ¿por qué quisiera esconderse como en un juego de niños? No. Nosotros lo escondimos. Fuimos nosotros quienes no quisimos reconocer el Amor de Dios como nuestro Creador.(...) Reexaminemos nuestra memoria ancestral, intelecto, sentimientos, emociones y pasiones. Hagamos que despierten a nuestra verdadera Esencia, captemos la exquisita conciencia del Amor de Dios. La manera en la que está escrito este libro procura reafirmar y reiterar su propósito, por lo tanto presenta su mensaje y contenido en forma reiterativa. Esa es su meta para reinstaurar esta Verdad originalmente proclamada en nuestras Sagradas Escrituras, por nuestros Profetas y Sabios. Nuestro propósito es entronizar el Amor de Dios como nuestra Esencia y verdadera identidad en todas las dimensiones de la conciencia, para así cumplir Su Promesa de que Él habite entre nosotros para siempre.